
Fiebre.
Me rompe los huesos
hasta la médula.
Dolor.
Intenso,
puro,
casi un amigo.
Me parte la cabeza en dos
Agua.
Repugnante.
No pasa mi garganta.
Humedad.
Triste,
profusa,
no detiene.
Sigue cayendo por mis narinas.
Luz.
Agobiante.
Quiebra mis pupilas.
Náusea.
Morir.
Amargo té,
final de la taza,
final de mis venas.
Inicio el ascenso.
Sigo aquí.
Anthony D. Madrid-Dupuis
Me rompe los huesos
hasta la médula.
Dolor.
Intenso,
puro,
casi un amigo.
Me parte la cabeza en dos
Agua.
Repugnante.
No pasa mi garganta.
Humedad.
Triste,
profusa,
no detiene.
Sigue cayendo por mis narinas.
Luz.
Agobiante.
Quiebra mis pupilas.
Náusea.
Morir.
Amargo té,
final de la taza,
final de mis venas.
Inicio el ascenso.
Sigo aquí.
Anthony D. Madrid-Dupuis
09 de junio de 2008
(Justo antes de otro episodio de fiebre)
(Justo antes de otro episodio de fiebre)
© 2008 by ADMD
2 comentarios:
A pesar de todo sigues ahí, es lo que importa.
Y a no decaer, que el té más amargo puede llegar a ser el más dulce luego.
Un abrazo.
Alicia
Gracias al cielo seguís y seguís!!!!!!!
besos
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