Hace ya bastante tiempo, le comenté al reflejo de mi espejo, que las voces percutoras en mi cabeza deseaban ser esculpidas en físico, deseaban ser palpables más allá de mí… más allá de lo que toco… …deseaban ser tocadas.

No recuerdo las primeras palabras que quise hacer rimar, pero hurgando entre viejos papeles que había decidido desechar, llevé al cesto la idea y escogí plasmar en binario lo que alguna vez fue papel y tinta.

No se si las voces percutoras estarán complacidas con esta absurda decisión virtual, pero si de algo estoy completamente seguro es de que se dejarán tocar.

Verso en reverso es una vuelta al pasado y un asomo al futuro, es mi presente más etéreo y mi forma más esencial...

...Y la esencia lo es todo…

miércoles, 11 de febrero de 2009

CONCIENCIA

CONCIENCIA.

Esa palabra es la clave.

El mundo no va a cambiar porque firmemos un papel o porque vayamos a la guerra con una Kaláshnikov. Jamás lo ha hecho y jamás lo hará. El mundo sigue un curso autónomo que solo esta parcialmente influenciado por una sumatoria de conciencias (y aunque se que eso es mentira, me gusta creerlo y luchar por ello)

Cada vez que escribes en el idioma de la protesta, cada vez que apoyas una causa justa; cada vez que convences a alguien de que haga lo mismo, estas sumando conciencias. Cada vez que le muestras a otro médico como salvar a alguien sumas una conciencia. Cada vez que enseñas a enseñar sumas una conciencia. Cada vez que das el ejemplo y alguien siente que vale la pena imitarte sumas una conciencia. Cada vez que luchas por algo justo y alguien se une a ti has ganado una conciencia.

No cambiamos al mundo, tampoco cambiamos nuestro entorno. Solo modificamos parcialmente el pensar de algún cercano o de algún extraño. Y es esa sumatoria lenta y agónica, esa quimérica misión, la que hace que la vida humana tenga algo más de sentido.

Cada vez que impones una idea por la fuerza una conciencia se pierde. Cada vez que asesinas por tu lucha una conciencia se muere. Cada vez que dejas de hacer tu parte una conciencia deja de descubrir su camino.

Entonces, ¿Vale la pena el activismo sea cual sea su forma?

No importa si es en el barrio de San Blas peleando por el desayuno de los niños de la escuela, o detrás de una computadora firmando toda clase de cartas de apoyo. Lo importante es seguir luchando por lo que creemos justo ya que siempre existirá otro ser humano que se pasee accidentalmente por nuestra conciencia y se quede prendada de ella.

Si señores para mi es simplemente una cuestión de CONCIENCIA.



Anthony D. Madrid D.





Un 22 de noviembre escribí estas letras en apoyo a mi gran amiga Amparo Bernal con quien comparto la locura de las causas justas, la quimera de vivir soñando y de soñar viviendo. A ella van dedicadas estas letras por su constancia y su pasión por la vida.

6 comentarios:

Amparo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
CALÉNDULA MARAVILLA dijo...

"Cada vez que impones una idea por la fuerza una conciencia se pierde. Cada vez que asesinas por tu lucha una conciencia se muere. Cada vez que dejas de hacer tu parte una conciencia deja de descubrir su camino". Es una de la mejores definiciones de consciencia que he leído, la comparto, te felicito.
Un gran abrazo

Amparo dijo...

Mi querido amigo, tengo un regalito para ti en mi blog, pásate cuando puedas.

Muchos besos, guapo

magaoliveira dijo...

He escogido un regalo para ti y tu blog que admiro y que sigo, espero te guste, está en mi blog.

cielo claro dijo...

No sé como vine a parar a tu blog, lo que sé ciertamente, es que me siento agradecida de la instancia de haberte podido leer. Raspas el alma y la conciencia profundamente.

Han sido las horas más bellas, las que he pasado leyéndote casi todo lo escrito. Mis felicitaciones, desde Chile, te dejo mi abrazo agradecido.

palestinaherida dijo...

un fuerte abrazo