A mi padre

Casi 4 décadas desde ese flash...

Fotografía llena de luz, más por sus sonrisas que por el intenso haz de luz que hace brillar a mi madre. 

Satisfacción y paz, amor del más puro y eterno. En esta foto no hay dudas, no hay angustias ni agendas por resolver. Ni siquiera ese bebe, que hoy escribe, parece sentir inciertos. No hay mañana en esa foto... ...el presente plasmado es simplemente perfecto. No hace falta explicaciones ni pie de página, la felicidad está resumida en cada rostro. 

Casi 4 décadas después de aquel flash, la foto lleva un año incompleta. Una de la sonrisas decidió partir para sonreír más allá de la vida, más allá de esta vida. Casi 4 décadas después son los recuerdos los que te suplen y aferran nuestros corazones a ti. 

Papa, en esa foto ambos llevamos los ojos cerrados simplemente porque el corazón no necesita mirar para amar. Esa confianza eterna de sabernos seguros más allá de todo, incluso de tu ausencia, pues jamás te marchaste, te quedaste en ese instante y en todos los que mi alma guarda hasta el día en que nos volvamos a encontrar.

Cierto que el tiempo es relativo, hoy hace un año, pero un año... ...solo fue ayer. 

Te amo Papa.

Anthony D Madrid-Dupuis 

Agosto 2017