
Asesinemos al poeta
dijo la musa
y la gente corrió
y el poeta corrió
Entre tanto tropiezo
la musa inmutable
golpeó su cabeza
mil veces
y una más
Y la gente reía
celebraba
por fin había placer
había arte
Con la sangre casi seca
del poeta
se hizo un verso
uno extenso, uno grande
uno puro y sin exceso
Y la gente
ya cansada
de verlo y leerlo
se quedo dormida
entre costras y vinilos
entre coágulos y rezos
Y llegaron los vientos
y con ellos las ratas
y con estos el tiempo
y luego nada…
y luego nada…
Y la musa ya saciada
ante su poeta muerto
se desplomó entre la gente
a los brazos de su eterno
¡Que espectáculo hermoso!
la musa y su sangre
el poeta y su verso
la gente y su nada
dijo la musa
y la gente corrió
y el poeta corrió
Entre tanto tropiezo
la musa inmutable
golpeó su cabeza
mil veces
y una más
Y la gente reía
celebraba
por fin había placer
había arte
Con la sangre casi seca
del poeta
se hizo un verso
uno extenso, uno grande
uno puro y sin exceso
Y la gente
ya cansada
de verlo y leerlo
se quedo dormida
entre costras y vinilos
entre coágulos y rezos
Y llegaron los vientos
y con ellos las ratas
y con estos el tiempo
y luego nada…
y luego nada…
Y la musa ya saciada
ante su poeta muerto
se desplomó entre la gente
a los brazos de su eterno
¡Que espectáculo hermoso!
la musa y su sangre
el poeta y su verso
la gente y su nada
Anthony D. Madrid D.
30 de mayo de 2008
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