Leo en algún portal web que lo mejor del talento venezolano se ha ido. Que Venezuela se ha quedado sin gente preparada y que por ello no hay futuro.
Tales afirmaciones las leo mientras me preparo para ir a trabajar viendo, en el ínterin, la entrevista a un estudiante que decidió marchar y que lleno de sueños se expresa con un nivel de preparación que asombra para su corta edad. Ese estudiante esta marchando hoy en Venezuela, el mismo país desde el que leo la noticia y por el que, tanto el estudiante como yo, hemos decidido luchar.
Justo al salir de mi casa llega un mensaje a mi teléfono. La reunión científica de hoy impresiona de altísimo nivel. Se expondrán grandes ideas. Esa reunión también es en Venezuela.
Casi de inmediato, otro mensaje entra, un dato sobre ese nuevo restaurante donde el chef esta reinventando la comida criolla y haciendo magia con los sabores de nuestra tierra.
Ya en el carro, enciendo la radio y escucho sobre el legado del Maestro Jacinto Convit quien vivió y murió por y para el país que amó. Sus investigaciones continúan con su equipo de trabajo y eso está pasando en esta pequeña Venecia.
Reduzco la velocidad al pasar por una edificación de vidrios amplios donde cientos de niños, armados con instrumentos y partituras, están haciendo gala de magistral ejecución. ¿Quien no ha mezclado lágrimas y sonrisas al escucharlos?
Ya al llegar, veo a todo el equipo con el que trabajo, personas honestas, preparadas, inteligentes y luchadoras que también decidieron quedarse y apostarle a Venezuela.
Y allí reafirmó que nuestro país está lleno de talento. Muchos han partido, no lo dudo, pero negar los que se quedan es no entender a Venezuela.
Quien se lleva su talento lo hace por una decisión personal. No es criticable querer buscar un mejor futuro afuera.
Quien deja su talento en Venezuela lo hace, con sacrificios, por su tierra. No es criticable buscar un mejor futuro en tu propio país.
Sobra gente capaz en esta hermosa tierra. Tú que lees eres uno de ellos y a ti la responsabilidad de hacer de Venezuela el país que todos soñamos.
Al final no me sorprende los que se han ido sino los que se han quedado a luchar...
Tal vez... Esos sean los indispensables de Bertolt Brecht.
Anthony Madrid
@doctormadrid
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