UN LUGAR LLAMADO TIERRA

Escrito probablemente en noviembre de 1999

Otro ruido eclosiona
en las fauces de la sociedad
es tal vez el primer llanto
o la ultima exhalación.
Quizás sea el sonido de una semilla
intentando ver la luz
o solo el golpe de un árbol
contra el asfalto.

Mis ojos se vuelven humo
y el mundo se transforma en perla
ante la mirada sorprendida
de un universo mudo
que solo entrega
quejidos de creación.

Allá donde el cemento
es el abono de la civilización
donde las montañas son canteras.
En ese lugar… Donde el viento
que roza manantiales
ha recibido la extrema unción.


Allá…
en esa insignificante esfera
en esa idea fugaz del universo…
Allá… …sueño yo…


Anthony Madrid

© 2008 by ADMD

LA LLUVIA

Escrito un 29 de septiembre de 1998


Presiento que va a llover
aunque el día este muy hermoso.
El sol brilla tanto que ulcera las almas
pero se que se va a esconder.
Nubes negras como sombras
lo van a cobijar.

Presiento que va a llover
aunque el grillo no hable a favor
El viento sopla fuerte
tanto que se lleva las culpas
pero trae consigo el miedo de morir.

Presiento que va a llover
Es que de hecho ya está lloviendo
El sol no se ve y el grillo no canta
pues se ahogo en los charcos de la lluvia
Y yo…, yo no se….
tal vez estaba agotado de oírlo no decirme nada.

Anthony D. Madrid D.

© 2008 by ADMD

EL COLOR DE MI TIERRA

Escrito en algún momento entre 1998 y 2000

(reinventado un 28 de abril de 2008)

La vida transcurre
como arena entre mis dedos
como el maíz de la cosecha
que se hace viejo con el tiempo

Como el negro que camina
con paso torpe y golpeado
que camina con la caña
que camina con el viento.

Con los ojitos cerrados
con el alma al descubierto
con los pies descalzos
y la sangre entre sus dedos.

Hay entre la sangre
ríos, clavos y serenos
de donde brota la zapoara
que ha de comerse ese negro.

Ese negro que es tierra,
que es tambor y tradición
que suena con la madera
y con las llamas del fogón.

Ese negro que es sudor
que es sangre y es aliento
que es Miguel y es Camejo
tanto de Rangel como de eterno

Ese negro, ese negro
Ese negro tiene historia

Y aunque parido en otras guerras
desterrado en otros barcos
fue entregado despacito
al vientre fértil de mi tierra.

Ese negro, ese negro
ese negro tiene esencia
en las Queseras del medio
y en las sabanas de Valencia.

Y ya descalzo y sincero
con los pies hechos de sangre
en la bella patria muere

siendo por siempre el Primero.


Ese negro tiene historia
Ese negro tiene esencia
Con la carne como noche
y el alma de mil estrellas

Anthony Madrid

© 2008 by ADMD

SOLO OTRA EXCUSA

Escrito hoy 27/04/08 a las 12:19 AM

Siento el pretexto
del absurdo de mi ser
tras excusas
ante ausencia
solo proceder.

Veo el vestigio
Todo prodigio
Todo…

De la palabra recitada
Nada…
Solo ausencia
Solo nada…

El carbón arde
entre mis dedos
siempre ulcerados
pero aún así camino.

Creo en la esperanza marchita
la abandonada…
de los libros sagrados…
solo abandonada…

Otro pretexto
irrumpe en mi sien
una piedra corroída
de sed y de poder.

Y me ulcero…
tal como mis pies
llenando mi alma
de lamento y de revés.

Otro pretexto
Irrumpe mi sien
Pero esta vez
me hincha la dicha.

Y roto el pretil
de mis excusas banales
alzo el vuelo
en afortunada caída…
eterna caída…
sobre el absurdo de mi ser…

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Anthony D. Madrid Dupuis

© 2008 by ADMD

A LA LUZ DEL SILENCIO

Escrito el 3 de mayo de 1995 a las 10:27 pm

La luna impacienta
con su luz de media noche
pero no dice nada.

Mira como destrozan
un cuerpo en un callejón
pero se está quieta.

Ella sigue al moribundo
en su travesía por la noche
pero no dice palabra.

Nos ve soñando
con un mañana
y sabe que estará
presente en él….

Ha de ser horrible…
verlo todo…
no expresar nada…

Solo colores
de una calida luz
que la envuelve.

Un matiz rosado:
dolor…
pena…
sangre…

Un matiz amarillento:
asco…
repulsión…
odio…


La luna mira
a una pareja
haciendo el amor
con su luz
en rivera de nadie,
y su eterno amante
esta brillando
en otro cielo

¡Triste soledad!

Penuria de un mañana
asco de los hombres
a quienes mira
en sus profana
y dulces orgías.

En la cotidianidad
de un beso de buenas noches
que no todos tienen,
pero que ella siempre regala.

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Anthony D. Madrid Dupuis

© 2008 by ADMD

A ORILLAS DEL UNIVERSO

Escrito un 7 de diciembre de 1999
a nueve días de una lágrima

Vivir al filo de un abismo
que tiene como fondo
el más hermoso de los cielos

Ser como algunas estrellas
que aún después de extintas
dejan rastros de su luz…

…entre constelaciones…

…repletas de juventud…

El cielo infinito a los ojos,
que parte de un punto
y siempre regresa a él.

Allá donde la luz se curva
termina el principio
y comienza el fin.

…Es redundar en fantasías…

Creo que jamás
algún hombre vera
como la luz no es recta
sino torcida.

Algo semejante
a la pureza del hombre
siempre después
de saber que existe.

Anthony D. Madrid Dupuis

© 2008 by ADMD

OTRA OPORTUNIDAD

Escrito en algún momento del año 1999
(probablemente en diciembre)

Hace tiempo visite
un asilo de ancianos,
y al entrar
solo vi niños jugando
a las escondidas.

Hace poco tiempo
supe de un hombre que moría,
y al ir a verlo,
encontré en su lugar
a una mujer que paria.

Quise visitar una cárcel,
pero al entrar,
solo vi curas
rezando en voz baja

Me habían hablado
de un incendio
que había arrasado
con todo un bosque,
y en su defecto
solo encontré flores.

Quise visitar el lugar
donde un barco
había dejado
su huella negra,
pero allí solo encontré
delfines jugando
a alcanzar la luna.

Camine un poco
y encontré a un hombre viejo
que dibujaba en la arena,
y al acercarme a el,
vi que lo dibujado
se hacia presente
en el firmamento,
y que a cada lado,
en cada dibujo,
se leía…

…OTRA OPORTUNIDAD…

Anthony D. Madrid Dupuis

© 2008 by ADMD

DEL SALITRE, EL EGO Y OTRAS NECEDADES

22 de abril de 2008. 9:17 PM


Me desgasto
como hierro contra el hierro,
como letra en papel mojado,
como la palabra repetida.

Uso un pretexto
y enciendo tu ser,
pero ya es muy tarde
hoy hay racionamiento

Me pretendo vivaz,
erudito en el mar
de mi simple ignorancia,
y creo entender al mundo
con solo verlo pasar.

Me desgasto
como el hierro húmedo,
como la letra sobre el metal,
como la palabra que no se repite…


…como la palabra que jamás mencione…
…como el barco encallado en mi mar…


Anthony D Madrid Dupuis

© 2008 by ADMD

DE LA PORQUERÍA HERMOSA Y OTRAS FILIAS

Escrito el 10 de Mayo de 1995 a las 11:09 PM

Ayer escuche
las locuras del ser
más cuerdo del mundo
Hoy escucho
las coherencias de un loco

Aprieta los labios
y luego escupe
en la tierra de nadie.

Allí,
donde cayo su saliva
esta creciendo una flor.

No toda espina
hiere en la carne.
Quizás la espina es frágil…
No todo lo que cae
golpea fuerte,
las hojas de los árboles
ni se sienten.

Crecí en un bosque
alejado del humo,
entre praderas
que nunca más veré,
agua cristalina
y solo sonaba
el metal de las espadas

Hoy en ese lugar,
en mi niñez
colocaron concreto
colocaron desprecio
construyeron ese mañana esperado
que no es más que porquería
escondida en porquería hermosa


Anthony D Madrid Dupuis

© 2008 by ADMD

REENCUENTRO CON UN TIPO LLAMADO YO

Escrito el 27 de octubre de 1998

A veces guardo recuerdos del futuro
y los siembro en los jardines de mi infancia.
Aquella que no ha nacido todavía
que esta en capullo
que nunca regresara del mañana.

A veces guardo recuerdos del presente,
entonces pronuncio con voz fuerte una razón,
y amazo mil condenas
que me crucifican en cerillos de fósforo
donde solo caben mis miedos
que son inocencia ante los culpables

A veces guardo recuerdos del pasado,
golpeo la puerta y abre un anciano,
que soy yo mismo curtido por la dicha,
reseco de frustraciones,
con mirada de satisfacción,
porque no hizo todo lo que quería
pero jamás se doblego.

Anthony D. Madrid D.

© 2008 by ADMD

Obra: El grito nº 3 (1983)

Autor: Oswaldo Guayasamin

Óleo sobre tela. 130 x 90 cm.

Fundación Guayasamín. Quito

AL MARFIL Y SUS ABSURDOS

Escrito en algún breve instante del año 1995



Quisiera ser un insecto atrapado
en una tela de viuda negra.
y por un momento sentir el desespero
de cualquier animal acorralado

Acorralado por ese monstruo
que lleva una rama en su mano
Esa rama que bota fuego
y duele al entrar en el cuerpo.

Ayer fui un gran elefante
y me sentía orgulloso de mis colmillos de marfil
Hoy me siento muy avergonzado
y mis amigos me han dejado ir.

Recuerdo que cuando niño
me enseñaron a usar la honda
y sentía mucho placer
al quitarle el vuelo a un pájaro.

Todo el mundo me halagaba
y solo una vieja gruñona
pegaba gritos de dolor al cielo

Creo que hoy estimo más a esa vieja tosca
que a esa gente que aclamaba mi hazaña.

Solo espero…
y daría mi alma por ello
Que todos aquellos
que dañaron mi mundo
reencarnen en hermosos leones,
en grandes rinocerontes,
en robustos elefantes,
en delicados delfines
y en imponentes gorilas…

Y que yo,
por ese pasado de niño tonto,
reencarne en un pájaro fácil de matar.

Anthony D. Madrid D.

© 2008 by ADMD

Al 11 de abril... en mi país...

Masas humeantes
odio compartido
mutua repulsión
es solo un asunto de tiempo.

Masas carentes
agotadas…
sedientas…
por un asunto de tiempo

Inexplicable partida
justo antes de ser
siempre temprano
un asunto de falta de tiempo


La sangre de otro
lava mi cara
lava la tuya
solo cuando ya no existe tiempo

Silencio
demasiado silencio
donde esta la masa
ya desvanezco.

Solo apreté mis parpados
por un segundo
y al abrir
ya no era yo…

Poco importo…
el lado del odio…
poco importo….
poco importo…

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Anthony D. Madrid Dupuis

© 2008 by ADMD

Versos de podredumbre

Escrito en algún instante del año 1994.

Dedicado a una guerra absurda, una de tantas.

Los nombres cambian las guerra siempre es la misma.


Noche clara llena de neblina
no había luna,
pero el cielo se iluminaba con sutileza…

Las calles eran desiertos de agua y fuego…

A lo lejos un grito…
era el infierno…
y yo el olvidado.

Una gota acida cayó
sobre el rostro de una niña,
su muñeca golpeó el suelo,
y su alma se partió en dos.

Era difícil expresar tanta belleza
en los restos esparcidos
de una huérfana de seis años nada más.

Era difícil distinguir
entre sus restos
y los de mi cuerpo.

No sabia que mover
pues todo yo estaba extendido en el suelo,
Todo se movía al mismo tiempo
y el fuego consumía lo inservible
arrastrado en el desierto.

Quería gritar
pero mi lengua ya no estaba,
quería mirar
pero mis ojos habían caído a las cloacas.

Recuerdo al hombre que veía la ciudad
que sentía paz y tranquilidad.
Recuerdo una niña que jugaba en una plaza
y un anciano que no llego a ver la ciudad
y la niña llorando.

Recuerdo el río por donde paseaban tus hijos,
hoy pasean por él y se torna rojizo.
Recuerdo el olor de las flores en primavera,
Hoy es primavera y solo huelo hollín y pólvora.

Hoy recuerdo que este hueco de ratas era un lugar
donde la niña paseaba su muñeca
donde las flores olían a flores
y donde el cielo gritaba:

¡¡¡SARAJEVO!!!

AQUELLA NIÑA YACE EN MI MEMORIA, PERO…
¿Cuántas niñas yacerán en la memoria de la humanidad?

Anthony D. Madrid Dupuis

© 2008 by ADMD