
Escrito el 10 de Mayo de 1995 a las 11:09 PM
Ayer escuche
las locuras del ser
más cuerdo del mundo
Hoy escucho
las coherencias de un loco
Aprieta los labios
y luego escupe
en la tierra de nadie.
Allí,
donde cayo su saliva
esta creciendo una flor.
No toda espina
hiere en la carne.
Quizás la espina es frágil…
No todo lo que cae
golpea fuerte,
las hojas de los árboles
ni se sienten.
Crecí en un bosque
alejado del humo,
entre praderas
que nunca más veré,
agua cristalina
y solo sonaba
el metal de las espadas
Hoy en ese lugar,
en mi niñez
colocaron concreto
colocaron desprecio
construyeron ese mañana esperado
que no es más que porquería
escondida en porquería hermosa
Anthony D Madrid Dupuis
Ayer escuche
las locuras del ser
más cuerdo del mundo
Hoy escucho
las coherencias de un loco
Aprieta los labios
y luego escupe
en la tierra de nadie.
Allí,
donde cayo su saliva
esta creciendo una flor.
No toda espina
hiere en la carne.
Quizás la espina es frágil…
No todo lo que cae
golpea fuerte,
las hojas de los árboles
ni se sienten.
Crecí en un bosque
alejado del humo,
entre praderas
que nunca más veré,
agua cristalina
y solo sonaba
el metal de las espadas
Hoy en ese lugar,
en mi niñez
colocaron concreto
colocaron desprecio
construyeron ese mañana esperado
que no es más que porquería
escondida en porquería hermosa
Anthony D Madrid Dupuis
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